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ENTREVISTA RAQUEL (ALUMNA APROBADA OEP2021/22)

(diciembre 2024)

Salva: Cuéntanos un poco sobre ti, ¿de dónde eres?

 

Raquel: Me llamo Raquel Carballal, tengo 30 años y soy del pueblo de Orense llamado Ribadavia. He aprobado la oposición de Arquitecto de Hacienda en la convocatoria conjunta de la OEP2021/22, siendo la segunda vez que lo intentaba.

 

Salva: ¿Y estudiaste allí también?

 

Raquel: No, estudié en A Coruña.

 

Salva: ¿Cómo descubriste la oposición? ¿Qué te hizo decidir prepararla?

 

Raquel: Pues, la precariedad laboral fue el detonante, digamos, lo que “colmó el vaso”. Realmente, desde tercero de carrera ya veía que la arquitectura no acababa de ser lo mío. En las prácticas intenté ir hacia la zona constructora porque sentía que la parte de estudio y diseño no encajaba conmigo. Pero cuando vi que el progreso laboral iba a ser lento y complicado, me planteé otras opciones.

 

Salva: ¿Conocías la oposición o alguien te habló de ella?

 

Raquel: Para nada. No sabía ni que existía. En las carreras no se habla de esto, al menos en mi experiencia. Fue cuestión de buscar por mi cuenta.

 

Salva: ¿Y qué fue lo que te atrajo de esta oposición?

 

Raquel: Al principio, amplié un poco la información porque las convocatorias me sonaban muy abstractas. Hablé contigo por teléfono y me explicaste bien en qué consistía: los puestos, los cambios, cómo se valoran las posiciones, y cómo prepararse. Inicialmente, decidí probar por mi cuenta porque vi que me gustaba más ese método.

 

Salva: ¿Y empezaste sola?

 

Raquel: Sí, optimista de mí, pero también por ignorancia de lo que implicaba todo esto. El primer año me preparé sola, con unos temas desactualizados, y llegué al primer examen… Lo suspendí, claro. Ahí me di cuenta de que necesitaba ayuda.

 

Salva: ¿Cómo era tu rutina de estudio durante la oposición?

 

Raquel: Entre convocatorias, era más relajado, pero seguía con constancia. Lo tomaba como si fuera un trabajo a jornada completa. Por las mañanas estudiaba 2 o 3 horas, hacía una pausa para comer, y luego seguía por la tarde otro rato.

Ya cuando se acercaban los exámenes, eso cambiaba. Estudiaba desde las 8:30 o 9:00 de la mañana hasta las 19:00 de la tarde, con una sola hora para comer. Y sin descansar ningún día, así, durante mucho tiempo.

 

Salva: ¿Eso no se hace muy duro?

 

Raquel: Sí, no lo recomiendo. Siempre te dicen que respetes horarios, que descanses un día a la semana… Yo estudiaba a tope, paraba solo para una cita médica o un cumpleaños.

 

Salva: ¿Y el descanso?

 

Raquel: Bueno, sí que descansaba, pero de una forma particular. A mí me funcionan mejor los períodos largos de concentración, 2 o 3 horas seguidas, y luego un descanso más largo. No soy de parar cada media hora porque me cuesta entrar en concentración.

Salva: ¿Qué parte del proceso de la oposición te pareció más dura?

 

Raquel: Sin duda, la incertidumbre. Tienes que estar estudiando para el siguiente examen como si hubieras aprobado el anterior, pero sin saberlo realmente. Eso es durísimo. Y el oral fue especialmente complicado por el orden alfabético: a mí me tocó ser de las primeras, así que acumulaba temas sin saber si servirían para algo. Eso me desgastó mucho.

 

Salva: ¿Y en cuanto a los exámenes?

 

Raquel: El práctico me generaba más inseguridad porque siempre hay un elemento de sorpresa. Aunque hagas mil ejercicios, siempre puede salir algo inesperado. En cambio, el oral, aunque sea más amplio, tiene un límite: los temas son los que son, y cuanto mejor los llevas, más automático te resulta.

 

Salva: ¿Cuál dirías que es el secreto para seguir adelante en una oposición como esta?

 

Raquel: Yo diría que es cuestión de constancia y de gestionar la incertidumbre. Hay que aguantar y encontrar la rutina de estudio que mejor se adapte a ti, porque esto es un proceso largo y muy duro.

 

Salva: ¿Qué piensas cuando un examen no te sale bien? ¿Es duro enfrentarse a un suspenso?

 

Raquel: Pues, en mi caso, es curioso porque la convocatoria que fallé fue justo cuando me preparé sola, y sinceramente, ya esperaba suspender. No llegué a enfrentarme a ese suspenso “traumático” del que hablas, donde tienes esperanzas de aprobar y te llevas el golpe.

Aun así, creo que lo importante es estar seguro de lo que quieres. También hay que tener presente que no todo depende de ti; a veces hay factores externos, y no es necesariamente tu culpa. Además, en cada convocatoria vas mejor preparado: acumulas experiencia, dominas mejor el temario, y eso te hace avanzar.

 

Salva: ¿Y qué crees que fue lo determinante para que aprobaras? ¿Qué te hizo conseguirlo?

 

Raquel: En primer lugar, poder dedicarme solo a estudiar gracias al apoyo económico. Eso es una ventaja enorme. Luego, la resistencia: soy nerviosa e insegura, pero también muy perseverante. Si quiero sacar algo, le echo horas. Si necesito 10 o 12 horas para ir segura, las saco de donde sea.

Y, bueno, también está la suerte. Que te pregunten un tema que puedas desarrollar bien también influye. Aunque no sea solo suerte, al menos que no te toque un tema que te descoloque completamente.

 

Salva: ¿Y en qué crees que te ayudamos nosotros a conseguir el aprobado?

 

Raquel: En muchas cosas. Los temas estaban muy bien estructurados y todas las herramientas para hacer prácticas eran muy útiles. Pero, sobre todo, la planificación semanal: no tenía que pensar qué debía hacer, simplemente seguir el plan. Eso te quita una carga mental enorme.

Además, el apoyo psicológico fue clave. Sentía que cuando te contaba algo, realmente me entendías. Eso me ayudó muchísimo. Y, por supuesto, los refuerzos positivos. Yo soy muy crítica conmigo misma, y cuando me decíais que lo estaba haciendo bien, eso me daba confianza.

Esquemas y cronómetro de mi examen oral

Salva: Desde tu posición ahora, ya aprobada, ¿qué consejo le darías a los compañeros que siguen preparando la oposición?

 

Raquel: Lo más importante es pensar que se puede conseguir. Habrá momentos duros, de dudas y bajones, pero si te esfuerzas de verdad, lo acabas logrando. Es fundamental tener en mente que, si otros lo han conseguido, tú también puedes hacerlo.

Eso sí, si tienes claro lo que quieres, tienes una ventaja enorme. Las dudas en mitad del proceso pueden destrozarte. Es una carrera de fondo y hay que perseverar.

 

Salva: ¿Y cómo te sientes después de aprobar? ¿Ha cambiado mucho tu vida?

 

Raquel: ¡Una revolución total! El peso que te quitas de encima es enorme. Es como volver a sonreír, como si de repente el mundo volviera a ser maravilloso.

Recuerdo que mi madre me decía: “Ahora tienes la risa fácil, ahora tienes mejor humor”. Durante el proceso no eres consciente de lo irritable y nervioso que estás. Es una carga tan grande que cuando la sueltas, todo mejora. La satisfacción y la tranquilidad que sientes después de aprobar son indescriptibles.

 

Salva: Es verdad que la familia también pasa el proceso contigo.

 

Raquel: Totalmente. Aunque a veces sientas que no te entienden del todo y no sepan muy bien cómo ayudarte, el apoyo familiar es fundamental. Es un proceso muy individual: al final, eres tú quien tiene que sacarlo. Pero que te apoyen y te permitan dedicarte 100% a estudiar marca una gran diferencia.

 

Salva: ¿Recomendarías preparar la oposición de Arquitecto de Hacienda? ¿Ha merecido la pena?

 

Raquel: Sí, sin duda. Merece muchísimo la pena si es algo que realmente te gusta y quieres hacer. Eso sí, recomendaría investigar el temario antes y conocer bien las funciones de un Arquitecto de Hacienda, porque abarca muchas áreas dentro de la administración, y tienes que tener claro que es por lo que quieres apostar.

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